El uso de agua caliente y de la calefacción suponen las dos terceras partes del consumo de energía en el domicilio. Por este motivo, es recomendable parase a pensar un momento antes  de tomar una decisión sobre qué sistema de calefacción es el más idóneo.

La caldera de condensación es la opción más inteligente al ser un 18 por ciento más eficiente que una caldera tradicional, sobre todo, en aquellas viviendas que cuentan con suministro de gas natural canalizado. Sin embargo, según un estudio publicado por la Organización de Consumidores y Usuarios, se trata de una circunstancia que sólo se da en un 28 por ciento de los hogares.

En el resto de los casos, en función de si nuestra vivienda se encuentra en una zona fría o templada, varían las alternativas. Por ejemplo, si el piso tiene menos de 100 metros cuadrados y está en una zona templada, lo más económico es instalar una combinación de radiadores para el calentamiento de la casa y un termo eléctrico para el agua. En cambio, si nuestra casa está ubicada en el norte, bastaría con colocar un sistema de acumuladores eléctricos para la calefacción.

Sin embargo, independientemente de que la caldera sea eléctrica o de gas, las averías más frecuentes, en uno y en otro caso, suelen estar relacionados con la oxidación, las fugas o la perforación de las tuberías. 

Bien es cierto que algunos de los problemas antes citados se podrían prevenir con un correcto mantenimiento de manera periódica. Cuando ya es tarde y no sabemos identificar la avería, lo ideal es ponerse en contacto con los profesionales, ya que podríamos perder los derechos de la garantía.

El servicio de asistencia técnica de Calderas Junkers, por ejemplo, es uno de los más solicitados. Cuenta con técnicos altamente cualificados en la reparación de calderas Junkers y del resto de marcas. Además, dispone de los medios y recursos necesarios para ofrecer un servicio de calidad a un precio muy económico. Para más información, serviciodeasistencia